El hombre muchas veces se permite el lujo de desperdiciar el más valioso y el más perecedero de sus recursos: El tiempo. Algo que nunca recuperará, y si decimos que es muy valioso, el desperdiciarlo es, sin dudas, el mayor de los derroches.
Un hombre que se permite malgastar una hora de su tiempo no ha descubierto el valor de la vida. Charles Darwin