El Ajedrez nos brinda innumerables sensaciones, desde la pasión, el amor incondicional, la alegría suprema al lograr una victoria ante un fuerte rival, la angustia y nervios al acercarse el límite de tiempo y la partida entra en una fase decisiva. En fin, los que nos apasiona jugarlo sabemos que la adrenalina, la pulsación, los nervios y las enormes ganas de hacer las cosas bien, hacen de este hermoso juego algo realmente apasionante.
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