Todos queremos caerle bien a la mayor cantidad de personas, que disfruten de nuestra compañía o presencia, sin embargo, no somos monedas de oro para gustarles a todos. Y es aquí donde debemos ser fuertes, ¿acaso debemos cambiar para gustarle a los demás? Yo creo que no, no hay nada mejor que ser auténticos, ser uno mismo en toda ocasión, si caes bien, excelente y si no te aceptan, pues... ¡a buscar nuevos horizontes!
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